GOLEM DISTRIBUCIÓN EN LA SEMINCI 2011

Queremos informaros de las películas que este año Golem Distribución va a presentar en el marco de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI). Dos películas dentro de la sección oficial que competirán por la Espiga de Oro de la mano de los directores Zhang Yimou con Amor bajo el espino blanco y Robert Guédiguian con Las nieves del Kilimanjaro.

Sinopsis:
Jing, una colegiala ingenua de la ciudad, debe trasladarse a un remoto pueblo en la montaña para su “reeducación” durante la Revolución Cultural. Sabe que tanto su futuro como el bienestar de su familia dependen de su buen comportamiento pero su prudente y tranquila existencia se ve trastocada cuando se enamora de Sun, el encantador hijo de un militar de élite. Debido a la diferencia social que les separa, un romance entre ellos es impensable y peligroso pero la atracción es mutua, poderosa y apasionada. De pronto, Sun desaparece y a su regreso, Jing se da cuenta de que algo ha cambiado. Deberá revisar sus ideas acerca del amor, el honor y la lealtad antes de decidir en lo que cree realmente. La vida de ambos nunca volverá a ser la misma…
 
Ficha artística: Zhou Dongyu, Shawn Dou, Xi Meijaun, Li Xuejlan.
 

Sinopsis:
A pesar de haberse quedado sin trabajo, Michel es feliz con Marie-Claire. Hace 30 años que se aman. Sus hijos y sus nietos les miman. Tienen muy buenos amigos. Se enorgullecen de sus luchas políticas y sindicales. Sus conciencias son tan transparentes como sus miradas. Pero su felicidad se hará pedazos al igual que su ventanal, cuando dos hombres armados y enmascarados les agraden, les arrancan los anillos de boda y huyen con las tarjetas de crédito. Su desconcierto será aún mayor cuando se enteren de que la brutal agresión ha sido cometida por un joven obrero de la fábrica que se quedó en paro al mismo tiempo que Michel. Uno de los suyos. Poco a poco, Michel y Marie-Claire entenderán que Christophe, el agresor, actuó empujado por la necesidad. Vive solo con dos hermanos pequeños de los que se ocupa con devoción, vigilando sus estudios y su salud.
 
Ficha artística: Ariane Ascaride, Jean Pierre Darroussin, Gérard Meylan, Grégoire Le Prince- Ringuet.

Entrevista en EL CORREO con Andoni Egaña

El mejor bertsolari de todos los tiempos protagoniza un emocionante documental que llega hoy a los cines.
 
Hace dos años el bertsolarismo vivió un campeonato histórico en el BEC. Tras 16 años en lo más alto, Andoni Egaña cedía su cetro a Maialen Lujanbio, la primera mujer en calzarse la txapela. Asier Altuna dirige un emocionante documental que va más allá de aquella vibrante ceremonia colectiva e inunda de glamour y épica un mundo vedado -hasta ahora- al que no habla euskera. 'Bertsolari' llega hoy a los cines de toda España tras presentarse en el Festival de San Sebastián.
 
- En la película se dice que usted es Dios.
- Nunca me lo he creído. Soy un bertsolari que ha tenido la suerte de cantar mucho. Llevo 4.000 actuaciones. Puedo ser Dios, pero no en cuanto a poder, sino en ubicuidad.
 
- Cuatro txapelas; 16 años en lo más alto.
- Sí. He sido cuatro veces juzgado el mejor, pero mis compañeros son tan buenos como yo. Nunca me he permitido pensar lo contrario.
 
- ¿Es usted un actor?
- No. En la película expreso mis ideas y aparezco pintando palabras en la arena de Zarautz. Sin actuar. Yo salgo satisfecho de una actuación si he tenido la posibilidad de sacar mi abanico ideológico. Si en un tema he podido mostrar al Andoni más serio y en el siguiente mi lado más humorístico. Porque todas las personas somos poliédricas.
 
- ¿Qué piensa en esos momentos en que aparece paseando por acantilados y playas?
- Es mi hábitat, nací y vivo en Zarautz. Paseo frecuentemente por la playa, sobre todo en invierno. En esos momentos no le doy vueltas a la métrica ni nada de eso. Andas y te vienen ideas. Almacenas sin cifrar. Según se acerca el campeonato empiezas a guardar cada cosa en su cajón, para saber dónde está cuando necesites echar mano de ella.
 
- Se trata de compartir su visión del mundo a través de sus bertsos.
- Eso es. Si tengo la suerte de desplegar mis ideas, incluso con sus contradicciones, soy feliz.
 
- ¿Se siente una estrella del rock cuando sale al escenario entre los aplausos de 14.000 personas?
- Los bertsolaris no tenemos la posibilidad de creérnoslo. Yo he cantando una final en el Velódromo de San Sebastián atestado y el día anterior en un txoko ante 60 comensales. Todas las ínfulas, los peligros de creerte una estrella y estrellarte caen por su propio peso. Dejar satisfechos a los 60 del txoko es tan importante como complacer a los 14.000.
 
- Ustedes son como esponjas.
- Tenemos que serlo. Si canto cinco días esta semana, a ver de dónde saco lo que voy a decir. Ni tú mismo sabes de dónde lo has usurpado. Yo desayuno café con leche, cigarrillo y periódicos. Si me falta eso, me falta algo. Arrojo mi propia mirada a la actualidad porque en algún momento tendré que sacarla. Almacenar información me da tranquilidad en el tablado, una autoconfianza que se coge con los años.
 
- ¿Cuatro txapelas ya eran suficientes?
- Sí. Tres días antes del campeonato de 2009 le dije a Asier Altuna que mi puesto ideal sería tercero. Porque el segundo sufre. Quedé cuarto, a dos puntos del tercero. El nivel de Maialen Lujanbio era equivalente o superior al mío.
 
- «Si pierdo, me retiro», prometió entonces a este diario.
- Y me he retirado del campeonato, no me volveré a presentar. Pero seguiré yendo a las plazas con la misma ilusión. Mi trabajo principal es el bertsolarismo. Tengo ganas de que llegue el campeonato de 2013, el último que vi relajado fue en 1982.
 
- El triunfo de Maialen Lujanbio supuso una revolución.
- Es un relevo generacional justo y necesario, porque todo lo que no se renueva tiende a estancarse. Maialen representa a una generación muy fuerte de bertsolaris. Es la mejor bertsolari de todos. Y, además, es mujer.
 
Hablo algo el castellano

- ¿Se vive bien del bertso?
- Da para vivir. No como una estrella del rock, sino como un profesor de instituto. Para vivir normal tienes que hacer 180 actuaciones anuales, mi promedio en los últimos veinte años. Yo no tengo paro, ni bajas, ni vacaciones. Soy el autónomo por antonomasia, por 'andonimasia', ja, ja. De los 23 a los 30 fui funcionario en el Ayuntamiento de Vitoria. Y decidí dejarlo para dedicarme a esto. Quería probarme a mí mismo y conocer los pueblos de Euskal Herria y a sus gentes.
 
- «Nosotros moldeamos la palabra y la palabra nos moldea a nosotros», se escucha en el filme.
- Nunca se sabe a ciencia cierta si primero es el pensamiento o la palabra. Jamás sabes si te ha llegado antes la palabra o la idea. Si te acostumbras a vivir así, este modo de vida te va haciendo. Ayer canté en una fonda de montaña en Urgia y después bajé a Tolosa a presentar la película; hoy canto en Bilbao, mañana en Durango, el sábado en Legazpia...
 
- ¿Por qué una actividad que podría haberse quedado en cuatro caseros en un txoko es hoy un espectáculo de masas?
- Porque casualmente tiene unas características que se amoldan a los patrones culturales actuales. Más que con la poesía, el bertsolarismo tiene que ver con la publicidad. Es una píldora comunicativa que quiere calar desde el primer momento. Hacemos 1.700 actuaciones al año en esta pequeña comunidad lingüística. Hay 140 escuelas de bertso y estamos en muchos colegios. Sin eso, no es posible llenar el BEC.
 
- Es una de esas raras disciplinas en que coinciden un octogenario y una chica de veinte años.
- En esta sociedad no es habitual, antes sí. Hoy si el nieto y el abuelo viven en la misma casa, uno está deseando terminar el plato para irse al Facebook y el otro a ver la televisión. El bertsolarismo es intergeneracional, y eso enriquece al mayor y al joven.
 
- Tampoco hay tantas oportunidades para el euskaldun de vivir en su idioma una euforia colectiva.
- Sin querer ser excluyentes, tenemos el derecho de gozar de una actividad lúdica en nuestra lengua y sentir que somos muchos. Con la clara idea de acercarnos a los no vascoparlantes.
 
- ¿Tendría sentido hacerlo en castellano?
- No. Mi modo de pensar originario es en euskera. Hablo algo el castellano y leo bastante. En tres o cuatro meses me podría poner en un nivel decente de improvisar en castellano, pero no quiero ser medio bueno para que me entiendan. Quizás ayudarían más los sistemas de traducción.
 
- ¿Es injusto circunscribir el bertsolarismo a la izquierda abertzale? Los bertsos a favor de los presos, las camisetas con el arrano beltza...
- Sería injusto. En mis 180 actuaciones anuales pueden salir esos temas un 3% de las veces. También canto a otras realidades. Quizá el bertsolarismo, al ser métrica y rima, vale más para decir algunas cosas que para matizarlas. Si quiero matizar mi punto de vista político, igual no es el mejor modo, porque me va a quedar un sermón. Y visualmente se puede ver más una camiseta reivindicativa que una camisa sin letras como las que llevo yo.
 
- ¿El tema más estrambótico que le ha propuesto el 'gai jartzaile' o moderador?
- Campas de Lauro. 'Eres la mujer de Peñagarikano y os habéis divorciado. Al repartiros los bienes, le reclamas el riñón que le donaste'. El otro día leí que había sucedido en Estados Unidos...

Entrevista con Asier Altuna (director de "Bertsoalri") en la Revista On

Hasta ahora no había mucha documentación cinematográfica sobre el bertsolarismo. Tan solo Bertsolaris, poetas populares vascos, rodado en 1967 por Julio Caro Baroja, e Ikaska 18 (La técnica del bertsolari), de Antxon Eceiza, realizado en 1984. El director guipuzcoano Asier Altuna ha querido aportar su grano de arena y tratar este tema en el documental Bertsolari, trabajo que se presentó en Zinemaldi y que se estrenó ayer en salas comerciales.

La película, rodada en euskera, recoge escenas de la Bertsolari Txapelketa Nagusia de 2009, así como testimonios de arios bertsolaris y expertos en tradición oral para conocer un poco más de cerca esta disciplina. "Quería mostrar qué es el bertsolarismo de una manera muy simple, pensando en el espectador que no lo conoce. Creo que es un buen tema para una película porque tan solo con palabras y silencios consigue Henar estadios, emocionar, hacer reír y llorar", comenta Altuna.

- Encontré el paralelismo entre el bertsolarismo y el cine. Se emplean muchas elipsis y metáforas, y quienes lo escuchan se van montando su propio cuento en la cabeza. Además aplicas lo que están cantado a ti mismo/a, tu realidad, y en el cine ocurre lo mismo, en un momento dado te identificas con el protagonista, sufres con él...

- ¿Qué le atrajo del bertsolarismo?
- Lo sencillo, silencioso y desnudo que es. Hay muchos que no conocen esta tradición, a pesar de estar en auge. Yo suelo andar mucho por Madrid y me da pena ver que mucha gente no conoce nada sobre este tema tan interesante y enriquecedor. Sobre todo en estos tiempos de espectacularidad y de crisis también, llama la atención cómo una cosa tan pequeña y tan sencilla puede llegar tanto.

-¿Y el cine es una buena herramienta para contado?
- Es un buen medio para hacer algo grande de algo pequeño.

-Este documental lo planteó como si de un bertso se tratara: improvisando y pensando primero el final.
-Intenté, igual que los bertsolaris, tener claro el final. Aunque a última hora, en el montaje, lo cambié, como siempre hacemos.

-¿Y no trastocó eso todo el guión?
-Creo que las cosas pueden cambiar, pero la idea inicial me sirvió para llevar un discurso. Además, tenía en mente llegar con todo el material de golpe y hacer el montaje rápido para que fuera parecido al proceso de echar un bertso: te dicen el tema, te llueven las ideas en la cabeza y lo sueltas. La intuición es la clave.

-El montador o opinará lo mismo...
-El montador, Laurent Dufreche, ha sido una persona clave en este proceso. Un día antes de entregar en Zinemaldi el DVD para que lo visionar y decidieran si les gustaba o no para el festival le pedí un cambio radical y casi se me mata. Ha sido un proceso muy intenso y satisfactorio. Quizá con dos semanas más de montaje hubiera quedado más afinado, pero hubiera perdido frescura. Se asemeja a echar un bertso que es lo que yo quería.

-¿Fue complicado resumir en 90 minutos toda una tradición?
-Es un tema tan amplio que al principio tenía mucho miedo, no sabía por dónde tirar. Recuerdo que me decían que tenía que hacer mi propia película, como yo vengo de la ficción y el guión es 1o que más me gusta para monta urna historia necesitaba un protagonista, un antagonista y un conflicto en la final de la Bertsolari Txapelketa Nagusia de 2009, que era el suceso donde el protagonista (Andoni Egaña)s e iba a enfrentar al antagonista para ganar o perder. M i apuesta era esa, pero de repente mi protagonista falló en la final porque no ganó, que era lo que yo esperaba.

-¿Pensó en algún momento en dejar el proyecto?
- Para nada. Aunque tuve que cambiare l planteamiento, con las primeras imágenes que grabé hicimos un trailer que nos permitió conseguir financiación y además me dio seguridad y me hizo darme cuenta de que tenía un tema muy interesante con el que podía llegar a emocionar. Vera gente llorar con el trailer me dio actitud para seguir adelante.

-Dice que ha visto, y también lo muestra en el documental, gente llorar al escuchar un bertso, ¿Ha querido romper el tópico de que los vascos son fríos y no se emocionan?
-Los tópicos son para romperlos. Creo que los vascos, como todo el mundo, también se emocionan y lloran. He visto llorar a mucha gente en las finales y precisamente quería coger esas imágenes, pero la gente disimula mucho. Hay más o menos reacios a mostrarse en público, pero yo creo que emotivos somos todos.

-Aquella final de 2009 fue muy especial: Andoni Egaña anunció su retirada, ganó por primera vez una mujer, Maialen Lujambio.. ¿un momento histórico?
-Sí, fue un momento muy especial. Al principio, cuando vi que Andoni Egaña no pasaba a la final, estaba un poco decepcionado porque había fallado mi héroe en esta película, pero mi equipo me insistía en que me fijara en que era un momento histórico porque había ganado Maialen.

-Aquella final reunió a 14.000 personas en el BEC. ¿Por qué atrae el bertsolarismo?
-Porque tiene un poco de todo. Para los euskaldunes tiene algo de rito, les gusta juntarse, sentirse parte de un colectivo. Además en las finales sobre todo, se dan momentos muy especiales porque el bertso tiene el atractivo de que te puede llegar muy adentro. Y también está el trabajo de la Bertsozale Elkartea, que durante muchos años se ha encargado de transmitir esta tradición oral que se podía haber quedado en algo rural, folklórico y muy de cuatro. También es interesante cómo ha logrado llegar a diferentes generaciones. Es un acto social que abarca a todo tipo de géneros y edades. Es una actividad poética que de primeras no tiene nada atractivo para un chaval de 20 años, pero se ha demostrado que si. La final se ha convertido en un día bonito al que no se puede fallar.

-¿Qué relación tiene usted con el bertsolarismo ha probado alguna vez?
-Yo soy un bertsolari de borrachera. Mi hermano es bertsolari aficionado y siempre hemos picoteado un poco. Lo que más me gustan son los bertsos espontáneos, esos que salen en las barras. Además esta tradición ha sabido evolucionar, no ha puesto problemas a que ganara la txapela una mujer algo que no ocurre con el Alarde, por ejemplo. Lo del Alarde es tan absurdo que no sé ni cómo se sigue hablando del tema. Me parece surrealista. Yo creo que el bertsolarismo va por delante de todo, de la sociedad misma.

En muy pocas disciplinas o actividades aceptaríamos de una manera natural que una mujer fuera la campeona. Creo que representa la igualdad. No es una cuestión de género, sino de. persona.

-¿Qué puede aprender la sociedad del bertsolarismo?
-Un día estaba viendo El conquistador del Aconcagua y no me podía creer cómo los participantes estaban dándose puñaladas en un sitio como la montaña, un lugar que es solidario, o al menos es lo que yo pienso. Lo importante no es subir, sino el viaje. Creo que no puede haber en la tele programas en los que se fomente eso. El bertsolarismo representa lo contrario, fomenta otro tipo de valores súper importantes: la igualdad, la solidaridad... Demuestra que se puede funcionar de otra manera y de forma elegante.

-¿Cree que funcionará bien fuera de Euskal Herria?
-Sí, pero si ya es difícil que la gente vaya al cine, lo es más que se acerquen a ver Bertsolari porque hay mucha oferta y esta es una peli pequeña, no tenemos grandes medios para hacer publicidad. Pero quienes la vean van a flipar; se ve fácil y te llega. Además el haber estado en la Sección Oficial del Festival de Cine de Donostla nos ha abierto puertas a nivel internacional.

- Se acaba de estrenar y queda por ver la respuesta del público. Pero, ¿qué opinión tienen los bertsolaris que han participado?
- Ahora soy como un pequeño dios entre ellos (risas). Me han dicho que menuda carta de presentación les he hecho. Incluso me hablan de regalo. Por cierto, Bertsolari termina con una imagen espectacular: una playa con cientos de palabras escritas sobre la arena.

-¿Una escena complicada?
-Fue en Zarautz y un poco improvisada Dos personas se encargaron de escribir las palabras y tuvimos que hacer un especie de alpargatas grandes con corcho para no dejar las huellas. Si que tuvimos alguna complicación con la marea porque sin terminar de scribir todas las palabras empezó a subir el agua y a borrar algunas. Además queríamos esperar el momento en que mejor luz hay.., es una lucha de elementos.

-Repasando su trayectoria, se forjó haciendo cortos, después llegó el largo Aupa Etxebeste! y ahora un documental. ¿Qué será lo próximo?
- Lo siguiente creo que será una instalación relacionada con el corto que hice en 2009 Artalde. Además tengo una idea para un corto sobre un poema de Oteiza. Pero eso son caprichitos. También tengo dos películas escritas... No sé por dónde empezaré.

-Ha trabajado mucho junto a Telmo Esnal, pero ahora ambos e han lanzado en solitario. ¿Qué tal la experiencia?
-Ha sido un reto que los dos queríamos vivir. No es que nos hayamos enfadado ni nada por el estilo. Para este documental, por ejemplo, me ha dado muchos consejos y si se da el caso seguiré rodando con él. Iremos por donde la vida nos lleve. Además, ha sido muy bonito que los dos hayamos presentado a la vez nuestras películas en solitario en Zinemaldi.

-¿Se puede vivir del cine en EuskalHerria?
- Por seurte, desde hace años yo vivo de esto, pero es muy complicado aquí o en cualquier otro lado. Es difícil sacar adelante proyectos, estamos en crisis y parece que la cultura es secundaria. Espero seguir viviendo del cine, me encantaría, pero no lo veo muy claro sabiendo cómo está todo alrededor: se están cerrando empresas, la gente no tiene trabajo.
- ¿Cómos urgió la idea de rodar este documental?